Este nuevo año 2022 tiene que ser un curso donde poco a poco volvamos a una normalidad de forma natural. Se estima un crecimiento económico de un 4,2% en la eurozona y un 3,9% en Estados Unidos. Por otro lado, seguiremos teniendo en cuenta una inflación desbocada ya durante el 2021 y donde esperamos un comportamiento continuista.
Todo apunta a que este sea buen año para el tejido empresarial. Se prevé un aumento de los beneficios que doblara al de los precios. Julius Baer explica como el poder de la fijación de precios y el buen control de costes han compensado la inflación y los problemas generalizados de suministro.
Diego Jiménez-Albarracín, de Deutsche Bank asegura que se espera que el crecimiento continuo de los beneficios generados por las empresas impulse las bolsas de todo el mundo durante el primer semestre del año, ligados a un segundo semestre caracterizado por una mayor volatilidad.
En cualquier caso, se espera una ligera desaceleración en Europa a medida que se han ido publicando datos de inflación y la sorpresa que ha supuesto para los mercados. Por otra parte, en Wall Street son mucho más optimistas, especialmente para 2023.
Fuente: elEconomista